VILLA CALMA . Menorca. 2019
La sencillez de esta reforma asomada a la costa sur de Menorca no está reñida con la honestidad que desprenden sus materiales; Madera, piedra natural y paredes enlucidas como se hacia antiguamente.
Una nueva distribución de cocina, dormitorios, vestidor y baños ha sido fundamental para ganar espacio y funcionalidad.
La simplicidad guió la elección de los materiales. Desde un principio los propietarios tuvieron claro que querían una vivienda de estilo menorquín, con acabados típicos de la isla que desprendieran calma. Con paredes blancas, limpias y con pocos detalles.
El resultado; un espacio acogedor, donde venir a descansar es despojarse de todo lo ornamental que supone vivir el día a día en una ciudad. Con acabados típicos de Menorca pero con un aire contemporáneo que hacen que el espacio resulte agradable, liviano y muy luminoso.
Fotografías: Carles Mascaró